Cada día en el laboratorio de sonido se convirtió en una odisea creativa, guiada por la destreza del profesor Juan Manuel Fajardo y el compromiso del equipo. Durante un período tan intenso como gratificante, nos embarcamos en la tarea de crear algo extraordinario: un videomapping interactivo para el día de inducciones en la Universidad San Buenaventura de Cali.

Desde la fase inicial de planificación hasta las noches de pruebas exhaustivas, cada jornada en el laboratorio fue un lienzo en blanco esperando ser transformado por la magia de la ingeniería multimedia. Bajo la dirección experta del Profesor Fajardo, exploramos las infinitas posibilidades de la tecnología y la creatividad combinadas.

Las largas horas dedicadas a diseñar el contenido, ajustar los detalles técnicos y perfeccionar el guión fueron más que un ejercicio académico; representaron un compromiso compartido con la excelencia y la innovación. El laboratorio se convirtió en el epicentro donde convergieron ideas, habilidades técnicas y la pasión por desafiar los límites preexistentes.

La colaboración fue la clave en este viaje. La sinergia entre estudiantes y el liderazgo inspirador del Profesor Fajardo crearon un ambiente propicio para el florecimiento de la creatividad. Cada día de trabajo en el laboratorio no solo fue una oportunidad para aprender y perfeccionar habilidades técnicas, sino también una inmersión en el mundo del videomapping como forma de arte dinámica.

Al llegar al día de inducciones, la culminación de nuestras arduas jornadas se materializó en un espectáculo visual que trascendió las expectativas. La audiencia fue recibida por una experiencia que no solo reflejaba el potencial técnico del videomapping, sino también la expresión artística de un equipo comprometido con la innovación.

La temática de las animaciones y el contenido durante el montaje del videomapping en el laboratorio de sonido estuvo diseñada para sumergir a la audiencia en una experiencia visual única, centrada en la inmersión en la naturaleza, específicamente en un bosque encantado. La idea principal era transportar a los espectadores a un mundo mágico y sereno, donde la animación generaba la ilusión de adentrarse en un exuberante bosque en movimiento.

El contenido se enfocó en dos principales escenarios visuales. En primer lugar, se creó una animación detallada que representaba la evolución de un bosque: desde la densidad de los árboles hasta los rayos de luz filtrándose entre las ramas. Alternando con esta escena, se presentó una secuencia encantadora de flores en crecimiento, destacando girasoles amarillos y blancos, así como margaritas blancas. La transición fluida entre estas animaciones generaba un efecto visual armonioso y cautivador.

Además, se exploró un enfoque alternativo con un entorno de psicodelia. En este contexto, las animaciones se volvieron abstractas, con texturas y colores vibrantes moviéndose rápidamente. Esta fase ofreció una experiencia visual dinámica y surrealista, contrastando con la serenidad del bosque, y permitiendo una variedad de sensaciones visuales que llevaban a la audiencia a un estado de asombro y exploración.

La combinación de estas dos narrativas visuales creó una experiencia inmersiva única, donde la tecnología del videomapping no solo transformaba el espacio físico del auditorio, sino que también transportaba a los espectadores a mundos imaginarios y emocionantes. La sincronización de las animaciones con la música y la interactividad del contenido contribuyeron a hacer de esta presentación una experiencia multisensorial y envolvente.